El cumpleaños del shōgun
Arigato nos transporta al Japón feudal para disfrutar de un apasionante reto
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Las aldeas de todo Japón esperan con ansia el cumpleaños del shōgun, para el que solo faltan 12 días… ¿Cuál de ellas será la que obtenga el favor del gobernante?
Esta es la premisa de Arigatō, el nuevo título de Ludonaute diseñado por Mélodye Ladrat y Florian Sirieix. Se trata de un juego de competitivo de estrategia con cartas en el que los jugadores asumen el papel de los líderes de dichas aldeas y cuyo objetivo es preparar las mejores ofrendas para el shōgun.
Una partida de Arigatō está dividida en doce rondas que representan cada uno de los doce días que quedan hasta el cumpleaños del shōgun y que están divididas en tres fases que los participantes llevan a cabo simultáneamente.
En la primera fase, el amanecer, los jugadores deberán asignar un rol a cada uno de los cinco artesanos de su mano. Dos de ellos viajarán a la aldea de su izquierda, otros dos fabricarán objetos durante la siguiente fase y, el último, se quedará como residente en la aldea para crear ofrendas con efectos beneficiosos.
La segunda ronda corresponde al día, y en ella se revelarán las cartas de artesano de cada jugador, se activarán los efectos de los residentes y se obtendrán los objetos producidos, que se usarán para preparar las ofrendas para el shōgun.
Finalmente, durante la fase del anochecer, se comprobará si se ha cumplido el objetivo del día y pasaremos a la siguiente ronda. Al final de la doceava ronda, el participante con más puntos de favor (obtenidos mediante las ofrendas, los efectos de algunas cartas y los objetivos) se convertirá en la aldea favorita del shōgun y ganará la partida.
Además de hacer gala de una temática muy original, a la que complementa perfectamente el cuidado apartado artístico a cargo de Thomas Brotons, Arigatō nos plantea un apasionante reto de gestión de recursos. Gracias a sus acciones simultáneas, las partidas son ágiles y con un puntito de tensión que encantará a aquellos que busquen un desafío con cierta profundidad.
¿Y tú? ¿Qué regalo le vas a hacer al shōgun?
