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¡Maldita palabrita!

Encuentra la palabra correcta en el momento correcto con el nuevo juego de Cocktail Games
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Maldita Palabrita es la nueva propuesta de Cocktail Games, un juego de Laurent Prin, Rémi y Nathalie Saunir con preciosas ilustraciones gatunas de Laura Michaud en el que de 3 a 6 jugadores a partir de 12 años se enfrentarán en duelo de pistas y palabras secretas ideal para todas las edades.

Nuestro objetivo es el de ganar más puntos que nuestros adversarios, adivinando y consiguiendo que los demás adivinen palabras. Para ello tendremos que abrir la caja para descubrir una palabra secreta y un número de pistas. Para ello le daremos la vuelta a la primera carta y la dejaremos en el lado derecho de la caja fuera de vista del resto de jugadores

Después miraremos las dos cartas de la caja y elegiremos una palabra secreta para que el resto la adivine entre dos opciones, cada una con un número de pista concreto. Proporcionaremos las pistas una por una e intentaremos que la palabra secreta se adivine con el número exacto de pistas que se indican en la carta. ¡Ni más ni menos!

Pero cuidado con las pistas que das, porque si la mayoría de los jugadores considera que una pista no tiene conexión alguna con la palabra secreta , el jugador que la ofreció pone la ficha de Maldición frente a sí. Al final de la partida, el jugador que tiene la ficha de Maldición frente a sí pierde 4 puntos.

Si la palabra secreta se adivina con el número exacto de pistas indicadas, el jugador que la adivinó así como el jugador que dio las pistas ganan tantos puntos como pistas se han dado. En cambio, si la palabra secreta se adivina antes: solo el jugador que adivinó la palabra gana tantos puntos como el número de pistas dadas… ¡Y si la palabra secreta no se adivina: nadie gana puntos!

Finalmente, y cuando la caja da la vuelta alrededor de la mesa por segunda vez, el jugador con más puntos gana la partida.

Maldita Palabrita nos obliga a tener mucho cuidado con lo que decimos, pero también con la información que ocultamos a nuestros oponentes. Un juego sencillo, pero con chicha… ¡Y terriblemente hechizante!